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Todo lo que debes saber acerca de reciclar medicamentos
En los tiempos en los que nos encontramos hay muchas personas que consumen medicamentos de todas clases. Sin embargo, muchas veces las personas consumimos una parte de ese medicamento y ya no lo necesitamos por lo que lo guardamos y al final se nos caduca. También existen esos tipos de medicamento que solo se pueden usar un par de semanas abiertos y después se han de tirar. Pero la pregunta que la gran mayoría de las personas se hacen es ¿Cómo reciclar medicamentos cuando se han caducado o no nos sirven ya?
¿Cómo reciclarlos cuando ya no se usan?
Evidentemente los medicamentos que se han caducado o que ya no nos sirven se transforman en un desecho o un residuo, aunque en realidad esto ocurre con todos los objetos que ya no utilizamos ya sea comida, ropa, muebles, bombillas, plásticos, entre otras cosas, todo eso se convierte en un residuo y por lo tanto si no se realiza un buen reciclaje de ellos se convierte en contaminación. Por ello, los medicamentos no iban a ser algo diferente a los demás desechos y es que no reciclar de manera adecuada los medicamentos puede resultar peligroso para la salud y para el medio ambiente. Además una mal utilidad de los medicamentos puede poner en riesgos tanto nuestra salud como el bienestar de lo que nos rodea.
Para reciclar adecuadamente los medicamentos simplemente tenemos que llevarlos a las farmacias, la gran mayoría de ellas tiene contenedores específicos para poder arrojar allí los medicamentos que ya no nos son de utilidad. Sin embargo, hay farmacias donde no tienen ese contenedor así pues en esas farmacias simplemente deberían darles los medicamentos caducados o sin utilidad a los farmacéuticos. Pero nunca penséis en tirarlos en contenedores que no están especializados en medicamentos y mucho menos mezclarlos con otros desechos o residuos porque son unos elementos muy tóxicos tanto para las personas, para los animales y para el medio ambiente.
La manera correcta de reciclar medicamentos una vez que está en manos de especialistas trata simplemente en separar el medicamento del envase donde este. Ese envase se tirará al contenedor correspondiente ya sea cartón, plástico o vidrio, entre otros. Una vez separado se procederá a tratar con el medicamento, los restos de medicamento que se obtienen serán utilizados para preparar CDR “Combustible Derivado de Residuos” y se valorará como combustible alternativo. Todo el proceso se ha de realizar con sumo cuidado, una vez que se haya realizado el reciclaje el medicamento en cuestión tendrá dos alternativas o será valorizado energéticamente o se eliminará por completo.
¿Por qué se debe reciclar medicamentos?
Como hemos comentado anteriormente, los medicamentos si no son tratados de manera especial pueden ser peligrosos para el bienestar y la salud de los seres vivos ya que contienen elementos químicos. Esa materia química si se arroja a un contenedor que no es el suyo o se arroja al medio ambiente puede provocar una gran cantidad de contaminación que afectaría a todo el medio ambiente, incluyendo a los seres vivos y además podría llegar a ser altamente tóxica para los seres vivos. Por lo tanto, si no se reciclara correctamente los medicamentos podría ocasionar contaminación del suelo, del agua e incluso del aire.
¿Qué medicamentos podemos reciclar?
Existen diferentes medicamentos que se pueden reciclar entre ellos podemos destacar:
- Los medicamentos que ya no le sirvan o no se tome ya.
- Los medicamentos que estén en mal estado o crea que está en mal estado.
- Los medicamentos que están caducados.
- Todos aquellos medicamentos que no estén en su envase o no contengan prospecto.
Se pueden reciclar los envases que no lleven medicamentos, los envases que contengan restos de medicamento o los envases que contengan el medicamento caducado. Pero todo ello deberá ser entregado a su farmacéutico o arrojado al contenedor específico para reciclar medicamentos.
¿Qué productos no se pueden llevar a la farmacia?
Al igual que hay productos que si se pueden reciclar, también encontramos una serie de productos los cuales no debemos llevar a la farmacia para reciclar o los cuales no podemos arrojar en el contenedor específico para medicamentos. Estos productos son: Los termómetros, las agujas, las radiografías, las gafas, las prótesis, productos para curar, frascos que contengan sangre, orina o heces, productos cortantes, bolsas que contengan plasma o cualquier otro elemento sanitario y por último no podremos llevar a reciclar los productos que se hayan comprado en una parafarmacia.